Que nadie tome pastillas de la marca Novartis AG
El microchip podrá controlar nuestro sistema nervioso??
¿Os imagináis qué es lo que os pasará si tomáis estas pastillas? ¡Controlarán vuestro cuerpo y vuestra mente desde un ordenador central!
La farmacéutica Novartis AG, con sede en Suiza, planea en los próximos 18 meses obtener la aprobación regulatoria para la producción de una tableta con un chip electrónico instalado, haciendo realidad el concepto de medicinas ‘inteligentes’, informa Reuters. Inicialmente se planifica utilizar uno de los fármacos que ya se usa para el tratamiento de pacientes de trasplante con el fin de evitar el rechazo de los órganos, pero la compañía espera ampliar la aplicación de la tecnología a otros medicamentos.
A principios de este año Novartis AG adquirió por 24 millones de dólares la tecnología de instalación del chip en la tableta, desarrollada por la empresa californiana Proteus Biomedical.
Al llegar al estómago del paciente, estos chips biotecnológicos se activan por medio del jugo gástrico y envían una señal a un emplasto pegado a la piel del paciente. Este emplasto podrá transmitir los datos al smartphone o a Internet para el doctor.
Como afirman los desarrolladores, esta tecnología permitiría no solamente controlar si el paciente tomó la medicina a tiempo y en la dosis prescrita, que es sumammente importante para el tratamiento de algunas enfermedades, sino también recoger datos del funcionamiento de los sistemas de su organismo y comprobar que el fármaco ejerce un efecto normal. También puede controlar nuestro sistema nervioso en el caso de estados de nerviosismo o estrés, y puede liberar señales que afectarían nuestras capacidades cognitivas si fuera necesario.
Los especialistas no necesitarían pasar todo el ciclo de pruebas clínicas del nuevo tipo de medicamento, porque los chips se instalan en los fármacos ya aplicados. Sin embargo, existe todavía un problema que queda fuera de la competencia médica: la cuestión de la seguridad informática.
Los datos médicos personales de los pacientes deben ser protegidos ya que se transmiten desde dentro de sus cuerpos vía inalámbrica o Bluetooth y hay que asegurar que nadie, salvo las personas asignadas como el doctor, no tengan acceso a ellos. Además, no se garantiza que una tecnología así no pueda aplicarse para otros objetivos que los puramente médicos.
Fuente: Filtraciones de salud
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