Torrelodones: Un ayuntamiento gobernado por vecinos que logra superávit pese a la crisis

  • El consistorio cerró 2011 con un beneficio de 5,4 millones de euros, superando los 600.000 que obtuvo en el ejercicio anterior.
  • La formación Vecinos por Torrelodones, con apenas seis años de vida, acabó el año pasado con 24 años de gobierno del PP.
  • Ni la alcaldesa, abogada de profesión y antes en las Páginas Amarillas, ni sus concejales son políticos profesionales.
  • El Consistorio ha bajado los sueldos, ha recortado las fotocopias y las comidas y ha prescindido de la grúa municipal para ahorrar.
No son políticos profesionales (ni quieren), siguen siendo amigos pese a las dificultades que entraña la gestión del dinero público y algunas de sus fotos institucionales no desentonarían en absoluto en cualquier página personal de Facebook.

Con corbata o sin ella, con camisa de manga corta o incluso luciendo los colores de la selección española. Así posan los concejales del equipo de Gobierno que, con la alcaldesa Elena Biurrun al frente, ha conseguido que Torrelodones alcanzase en 2011 hasta 5,4 millones de superávit.

El único secreto, asegura el primer teniente de alcalde y uno de los fundadores del partido Vecinos por Torrelodones (VxT), Gonzalo Santamaría, es administrar las cuentas de todos como cada uno haría con su libreta de ahorros: "Si hay dinero, arreglamos el baño primero, que es lo prioritario, en lugar de comprarnos una tele de plasma en el comercio más caro, que es lo que se había estado haciendo hasta ahora".

Más que un casino

 

Este municipio de carácter eminentemente residencial, con 22.354 habitantes y situado al pie de la autovía A-6, en el norte de Madrid, se ha acostumbrado a las cosas poco comunes. En primer lugar, en sus terrenos alberga el hasta hace poco único gran casino estilo 'Las Vegas' de la región, al que ahora hace la competencia el de Aranjuez.

Entre los concejales hay abogados, profesores y hasta un actor de televisión. Su alcaldesa, abogada y trabajadora, entre otras empresas, de Páginas Amarillas, pertenece a un partido fundado hace apenas seis años por vecinos del pueblo. Nada más llegar al cargo en 2011, y a la inversa de lo ocurrido en otras localidades de Madrid como Alpedrete, Tres Cantos o Collado Mediano, se bajó el sueldo un 20%. Fue su primera promesa electoral cumplida.

Todos los sueldos de la corporación municipal están colgados en la página web del ayuntamiento. Solo ella, el concejal Gonzalo Santamaría (docente de profesión, portavoz y responsable de Régimen Interior, Seguridad y Educación) y su compañera Raquel Fernández (empresaria reconvertida a gestora de Fomento, Comercio, Sanidad y Turismo) cobran de manera exclusiva del Ayuntamiento. El resto reduce su nómina y compatibiliza sus tareas con sus empleos para ahorrar dinero al Ayuntamiento. El concejal de Deportes, Carlos Beltrán, es actor.

Cargos, coches, comidas y contratos

 

Por ahorrar empezó el nuevo gobierno municipal para llegar a ingresar 5,7 millones de euros más de lo gastado en 2011. Los primeros en sufrir la tijera fueron los cargos políticos de confianza nombrados por el anterior alcalde. "Ahorramos 300.000 euros anuales prescindiendo de ellos". Detrás fueron la grúa municipal, que, por sus dimensiones, ni siquiera podía maniobrar por muchas calles, la furgoneta de atestados de la Policía Municipal, que apenas se usaba, y el coche oficial del alcalde.

Solo con mejorar una calle lograron un ahorro de 140.000 euros al año en el servicio de autobús"Ahora, no pagamos ni el personal ni los seguros de la recogida de coches. Se llama a la grúa de Villalba y lo paga el infractor. El alquiler de la furgoneta policial eran 1.800 euros mensuales. El coche del alcalde, casi el doble. Además usaba a dos policías como chófer y escolta a los que hemos devuelto a sus funciones de seguridad y vigilancia de calles o colegios", explica el concejal. También se rescindió el contrato de 40.000 euros anuales del antiguo responsable de prensa, que, además, contaba con una ayudante adjunta.

Las medidas de ahorro han llegado a la luz, el agua o el papel de las fotocopias. Ello incluye la cancelación de las autorizaciones de gasto abiertas para comidas y aperitivos por valor de 25.000 euros. Además se han renegociado los contratos con las empresas de basuras, limpieza y demás servicios urbanos por valor de 400.000 euros. "Algunos no querían o decían que ya lo habían hablado con el anterior alcalde, pero han tenido que aceptar".

Solo con convertir una de las calles de la localidad en una vía de doble sentido le han arañado al Consorcio Regional de Transportes 140.000 euros anuales por el servicio de autobús.

De esta forma, mientras 'hermanos mayores' con muchos más recursos como Móstoles (el más grande de la región tras la capital con 205.015 vecinos), Parla (121.995), Alcorcón (168.299), el vecino Collado Villalba (63.545) o el propio Ayuntamiento de Madrid sufren la parálisis de sus arcas, Torrelodones paga "en tiempo y forma" a los proveedores con una tasa de efectividad del 94%.

Gonzalo Santamaría añade como factor determinante el crecimiento en la recaudación de impuestos (+7,9%), de las transferencias del Estado (900.000 euros) y los 2 millones de euros extra conseguidos por plusvalías sobre terrenos. "La bajada de sueldo a los funcionarios que ha venido del Gobierno central no ha permitido obtener otros 1,1 millones, pero podemos decir orgullosos que tenemos la mayor parte del mérito. Esperamos mejorar aún más", zanja.

Un partido de 'aficionados'

 

La historia de Vecinos por Torrelodones comenzó hace siete años como una plataforma que se oponía a la construcción de la urbanización con campo de golf que pretendía impulsar el entonces alcalde, Carlos Galbeño (PP). Su trabajo fue un completo éxito: consiguieron paralizar el desarrollo y, ya en 2011, la Comisión Europea ratificó la imposibilidad de levantar viviendas en los encinares protegidos de la Cuenca del río Manzanares.

El partido comenzó como asociación oponiéndose a un proyecto urbanístico. Aprovechando el trabajo y el reconocimiento alcanzado entre los torresanos, decidieron constituirse como partido político apenas tres meses antes de las elecciones municipales que se celebraron el 27 de mayo de 2007. "Nos dimos cuenta de que había muchas cosas que funcionaban mal, no solo lo referente al medio ambiente", confiesa Santamaría.

El día de las votaciones, la formación dio su segunda sorpresa al obtener cuatro concejales frente a los nueve del PP, los tres del PSOE y el único edil logrado por la también formación independiente Actúa. Cuatro años más tarde, con el aval de haber ejercido durante cuatro años como primer partido de la oposición, los novatos dieron la sorpresa. El 26 de abril de 2011 la cabeza de lista Elena Biurrun se convertía en alcaldesa con nueve concejales.

Fuente: 20 minutos

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