Parece ser que en los inicios de la humanidad el miedo, como el estrés, cumplía una función imprescindible para la supervivencia: la de mantener al individuo alerta ante posibles peligros. Sin embargo, en nuestros días el miedo excesivo es fuente de problemas para mucha gente.
El miedo es una emoción básica de reacción ante un peligro, ya sea real o imaginario, que perturba el estado de ánimo. Se trata siempre de una situación subjetiva, que surge por lo general ante situaciones desconocidas o difíciles de controlar, y que desaparece a medida que esta situación se hace conocida.
La mayor parte del tiempo no percibimos quien es nuestro mayor enemigo, aquél villano que vive dentro de nosotros y que nos impide aceptar los cambios impuestos por la vida. Su nombre es “Miedo”.
- El miedo a la incomodidad impide la evolución.
- El miedo a arriesgar impide la ocasión de vencer.
- El miedo a la verdad nos conduce al mundo de las mentiras.
- El miedo a perder nos impide ganar.
- El miedo a sonreír impide la dicha.
- El miedo a llorar impide abrirse al corazón.
- El miedo a arrepentirse impide la oportunidad de intentar.
- El miedo a la enfermedad es la propia enfermedad.
- El miedo a la maldad es la falta de fe en nuestro creador.
- El miedo a morir impide que se viva plenamente.
- El miedo es el camino más directo a ser victima.
- El miedo nos hace ser más manipulables ante personas sin escrúpulos.
Solo seremos verdaderamente vencedores, cuando venzamos a nuestro mayor enemigo que es el miedo.
Debemos creer en nuestra capacidad de conquistar, no permitir que el miedo nos venza.
Cree en ti... y lo podrás todo.
El miedo se vuelve problemático cuando empieza a ser demasiado intenso o a escapar del control consciente de la persona. Así es como aparecen las fobias, que es como se conoce a los miedos irracionales, desproporcionados y obsesionantes hacia un objeto, situación, persona o actividad. Suelen ir asociadas a crisis de pánico súbitos arranques de miedo o ansiedad incontrolables en las que determinada situación o causa física hace pensar en la posibilidad de morir inmediatamente.
Además, son frecuentes los casos de miedosos compulsivos que de pequeños fueron sobreprotegidos o tratados como personas muy frágiles debido a alguna enfermedad o pequeño problema físico. Frecuentemente también, la familia ha impedido al miedoso pasar tiempo solo durante su infancia: porque los padres necesitaran compañía, porque confundieran soledad y aburrimiento, por un excesivo sentido de la unidad familiar…
Estas personas suelen ser presas durante su edad adulta de violentas reacciones fóbicas: el pulso se acelera, la sudoración aumenta, se seca la boca y sobrevienen incluso vómitos y desmayos. El fóbico piensa que va a perder el control y quiere huir a toda costa. Esto a veces es materialmente imposible (como cuando se viaja en un avión), con lo que se crea un auténtico círculo vicioso. Estas fobias no son cosa de broma, ya que se con vierten en un verdadero infierno para quien las padece, produciendo continuo malestar y angustia.
Por otro lado, hay que tener en cuenta que "lo que se teme casi nunca coincide con lo que se piensa que se teme" y es que los miedos “superfluos” esconden muchas veces, como ya hemos dicho, otros miedos o bien otros males más profundos.
De acuerdo a las Enseñanzas de la Nueva Era, este sentimiento es totalmente negativo, atando al ser que lo manifiesta de tal forma que lo anula en su actividad interna y externa.
Se nos explica que el miedo es el polo opuesto de la Fe --- miedo negativo ---- fe positiva-- y que solo tendríamos que polarizar sobre esta misma línea desde lo negativo hacia lo positivo. ¿Cómo? viendo donde esta colocada y sostenida nuestra Fe.
Pensemos:
Alguna vez nos hemos dicho: Tengo Fe en que algo malo me va a pasar... ¿no, verdad?
Alguna vez nos expresamos diciendo: Tengo miedo de que me vaya a ir bien... ¿no, verdad?
Las oportunidades no son simples casualidades que dependan del azar, sino ocasiones excepcionales que deberíamos saber reconocer. Deberíamos saber ver cuando se da ese momento en que la vida nos ofrece la oportunidad de un comienzo, de un nuevo futuro reservado para nosotros, pero, sin embargo, pocas veces nos damos cuenta de la posibilidad de cambio que suponen. El vicio de la rutina aleja al ser humano de buscar nuevos conceptos, de modificar sus cualidades, haciéndolo víctima de su propia elección.
Las oportunidades de mejora deben ser siempre bienvenidas, puesto que neutralizan el miedo al cambio que nos aprisiona y nos hace inoperantes frente a las nuevas conquistas.
La vida nos reserva siempre una nueva oportunidad. Estemos atentos y dispuestos para enfrentar los desafíos, hagamos de nosotros mismos un ejemplo de voluntad y perseverancia en el cambio interior, ya que este es el que nos aproxima a nuestro Creador.
La única certeza que tenemos en nuestra existencia es que un día ya no estaremos aquí, así que todo lo restante son logros, éxitos. Vivir intensamente consiste en saber aprovechar las oportunidades que cada desafío y dificultad encierran y, con ello, aumentar nuestra fuerza espiritual y conducirla a favor del bien.
El ser consciente de que nada es absolutamente bueno o malo es básico para no sentirse obligado a dar la talla constantemente. Esta es la base para luego analizar el propio comportamiento por si surge alguno de los síntomas del autoengaño. Es importante relacionarse con los demás y no juzgar ni presuponer qué piensan o esperan los demás de uno mismo.
Para luchar contra los miedos propios, lo más importante es tener una buena disposición (lo que a veces no es fácil). He aquí 10 mandamientos imprescindibles para salir adelante en la lucha contra los miedos excesivos:
- Hacer un inventario de todos los miedos propios, lo más aséptica posible, sin juzgarlos ni ignorarlos.
- Descubrir qué significan, evaluando la información que proporcionan y usándola constructivamente.
- Confiar en el valor propio.
- Ocuparse es mejor que preocuparse. Es mejor planear cómo evitar que pasen o cómo enfrentarse a las cosas que dan miedo que simplemente preocuparse por ellas.
- Valorar si te trata de miedos o fobias. Tal vez sea necesaria la ayuda de un profesional.
- Vivir el presente, es normal tener cierto grado de incertidumbre por lo que pueda pasar.
- Naturalidad, hay que aceptarse tal y como se es, nadie es absolutamente perfecto, y no pasa nada por tener un ligero desequilibrio.
- Medir los recursos, es importante saber con qué instrumentos se cuenta para hacer frente a los miedos.
- Tomar decisiones, por pequeñas que sean, se irán acumulando y ayudando a mejorar.
- Ayudar a los otros, siempre es una forma de ayudarse a si mismo.
Otra manera más de cómo vencer los miedos sería:
" El uso de la Llama Violeta Transmutadora y Liberadora", que como energía altamente positiva que es, borrará esas memorias y limpiará la conciencia de todo tendencia al temor.
Los hay aquellos seres que no suben a aviones, que no van al mar, que temen las alturas, los encierros etc. Y sin embargo para todos es la misma receta: el uso de Llama Violeta que con Su Inteligencia va a la causa, al foco de esa experiencia negativa del pasado para borrarla definitivamente de nuestras memorias y dejarnos sin limitaciones temerosas. Cuando entramos a esta Enseñanza, cambiamos miedo por Fe y nos aliamos con verdaderos Amigos de Luz, capaces de protegernos y acompañarnos en todo momento: Los Ángeles. Muchas personas al poco tiempo de entrar en esta enseñanza cambiamos alarmas por Angeles, ya sea en coches, casas, etc., dejamos de ahogar a nuestros hijos o seres amados con el producto de nuestros miedos y también los encomendamos a la protección Angélica, quedándonos así totalmente en Paz.
Para más instrucciones: http://www.fuegovioleta.org/mainfram.html
Se ha comprobado que existe una relación muy clara entre lo que se come y la salud mental. Existen alimentos que debido a sus propiedades nutricionales tienen la capacidad de prevenir y mitigar trastornos mentales:
Prevención del estrés- vegetales, frutas (en especial cítricos), cereales, alimentos que tengan hidratos de carbono, levadura de cerveza.
Prevención de la depresión- pasta integral, cereales, frutas, proteínas, alimentos que tengan aminoácidos (triptofano), vitamina B6 e hidratos de carbono complejo.
Alimentos que mejoran el ánimo, favorecen la concentración y aportan energía- pescado, pollo, levadura de cerveza, germen de trigo, frutas secas alimentos con complejos B, colina, vitamina C, fenilalanina, nutrientes que intervienen en la formación de neurotrasmisores.
DIETA: NEUROBIOLÓGICA
Especialmente indicada para personas con aumento de peso acompañado de ansiedad.
Desayuno
Café descafeinado, con leche descremada o yogur con cereales (1 cucharada de germen de trigo, levadura de cerveza, salvado de avena) y 1 rodaja de pan con gluten endulzada con miel.
Almuerzo
Primer plato: Ensalada verde con vegetales de estación
Segundo plato: proteínas blancas (pollo o pescado)
Merienda. Igual al desayuno
A media tarde. Jugo de 1 limón o manzana
Cena
Primer plato: ensalada de color de estación (tomate, calabaza, zanahoria o leguminosas)
Segundo plato: fideos integrales, arroz integral o milanesa de soja
Si se tiene dificultad para dormir, se toma un plátano.
Hay muchas herramientas para trabajarse estos miedos que tanto nos perjudican en nuestro día a día, desde la Revista Uakix cada semana te proponemos nuevas oportunidades para que desees una vida más satisfactoria….recuerda:
“El coraje cambia el aspecto de todo”
Ralph Waldo Emerson
Fuente: Revista Uakix
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